Mi época en la Universidad.

Hace ya años de esos y es raro que ni siquiera me acuerde de que estuve matriculado en la US durante unos 4 años. Llegué con la idea de ir labrándome un futuro mientras estudiaba la carrera de económicas. Como era de esperar, eso no fue así ni de coña y acabé pues como era normal que acabase. Fueron 4 años muy intensos sin duda.
Nada más llegar a ese puto antro lleno de pijos, me planteé asistir a las clases todos los días sin excepción, aunque estos buenos propósitos solo duraron un par de semanas, hasta que conocí a Joaquín Carmona. Por aquella época Joquin (así lo llamaba yo) trabajaba en un bar de camarero, poniendo copas a estos putos universitarios de mierda, que en vez de coger los putos libros y hacer algo con todo ese dinero de sus papis, se dedicaban a pasarse el día ciegos en todos los putos pubs de la ciudad. Creo que su jefe acosaba de él (sexualmente hablando) y de ahí su afición por las telenovelas. Armario. Como iba diciendo, Joquin y yo decidimos meternos a camellos para así sacar unas pelas para meternos cosas más duras. Vendiamos desde simple polen hasta LSD, muy de moda por aquellos tiempos. A un precio mucho mayor de lo normal, por supuesto. Si en vez de en drogas esos idiotas se gastasen el dinero en otras cosas no les iría tan mal pero como son gilipollas Atún Mortadela, pues eso.
Estuvimos pasando mierda con el bar de tapadera durante dos o tres años, es normal que no me acuerde, porque en la última época nos metiamos toda la mercancia. Había que aprovecharlo. La carrera obviamente la tiré por la borda, ya que me enteré de que el decano era en verdad un australopitecus de 5 metros que se dedicaba a estafar a la gente con su sonrisa de caramelo.

Y luego me fui de allí, porque cogí un autobús.

Bús.